El proyecto

Somos una familia que vivíamos en Barcelona dedicados al ámbito de la psicología y la salud. En 1996 quisimos buscar un lugar alejado de todo casco urbano que nos permitiera estar los fines de semana y vacaciones en contacto en plena naturaleza sin interferencias de ningún tipo. Desde el inicio dimos de alta la masía en el CCPAE el Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica, con la idea de desarrollar algún proyecto de cariz ecológico en un futuro. Cuando nos instalamos la masía no constaba ni de luz ni agua de la red.

En 1998 desgraciadamente sufrimos las consecuencias del terrible incendio de la Cataluña central, donde el fuego rodeó las 2 casas que conforman la masía y se perdió la mayor parte de la masa forestal que conformaba el paraje que tanto apreciábamos. A pesar del impacto de la pérdida de ver todos los bosques convertidos en cenizas o árboles quemados, decidimos quedarnos y vivir todo el proceso de regeneración de la flora y fauna. Con el paso de los años, mientras la naturaleza se recuperaba, nosotros también fuimos haciendo mejoras en las infraestructuras básicas de la masía, luz, agua e internet. Y poco a poco empezamos a gestar los inicios del proyecto de La Clariana, un lugar en el que hubiera una sinergia activa entre naturaleza y actividad humana y donde la gente pudiera ir a disfrutar y descubrir el ecosistema.

La Masía La Clariana se encuentra en pleno entorno natural de encinas, pinos y robles, totalmente aislado de otras masías o edificaciones pero equidistante en varios puntos clave de Cataluña, como Montserrat, Barcelona, ​​Sitges, pantano de Sant Ponç, etc. Está situada en el Municipio de La Molsosa, en la comarca del Solsonès, justo en la falda de la cordillera del Pal de 917 metros en el pico de Goberna. Toda una zona con mucha historia desde la época medieval.

La agricultura es la principal actividad económica de la zona, con predominio del cultivo de cereales y explotaciones ganaderas algunas de las cuales, como la nuestra, son 100% ecológicas.

Hasta 1998 fue una zona de masa forestal densa, pero sufrió un virulento incendio donde se perdió el 75%, sin embargo, a día de hoy la recuperación ha sido positiva y podemos ver una mayor diversidad de flora y fauna que años atrás.

Sabemos que La Clariana, antiguamente conocida como Cal Cardona, existe desde el siglo XlV y que en la guerra mucha gente se salvó escondiéndose. También era conocida por su fuente en el bosque, que algunos decían que tenía propiedades positivas para la salud y el cultivo de vegetales y viñedos.

Nos gusta seguir manteniendo presente el nombre original para recordar los orígenes del lugar y toda la gente que nació, vivió o tuvieron relación con él. Sin embargo, quisimos poner un nombre propio en el lugar que tuviera que ver con el proyecto que queríamos desarrollar, un lugar donde pudiéramos hacer una ganadería respetuosa y sinérgica con el medio ambiente llevando a cabo la avicultura ecológica en un entorno natural donde los animales se cuidan y crecen sin sufrimiento, fomentando que desarrollen sus conductas naturales como especie, sin administración de hormonas ni medicación que no sea imprescindible, y con piensos y pastos certificados ecológicos.

La otra vertiente de nuestro proyecto es un turismo rural ecológico vinculado al respeto por el entorno, proporcionando un espacio para disfrutar y estudiar tanto la flora como la fauna que nos rodea así como poder convivir de cerca con los habitantes animales que conforman y viven en La Clariana. Asimismo, disponemos de una sala pensada para cursos o actividades diversas con vistas al bosque, donde queremos fomentar actividades culturales, espacios para charlas, por meditación y todas las ideas o proyectos propios que pueda tener y queráis llevarlos a cabo en un espacio natural totalmente apartado de las ciudades y núcleos urbanos.